Los Satélites Artificiales

Los satélites artificiales son objetos de fabricación humana que se colocan en órbita alrededor de un cuerpo celeste como un planeta o un satélite natural. El primer satélite artificial fue el Sputnik I lanzado por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957. Desde entonces se han colocado en órbita miles de satélites artificiales muchos de los cuales aún continuan en órbita alrededor de la Tierra.

Para colocar un satélite artificial alrededor de la Tierra se necesita de un mecanismo impulsor lo suficientemente potente como para que el satélite alcance una velocidad de 8 kilómetros por segundo o más. Nuestro estado tecnológico actual ha desarrollado un mecanismo que permite lanzar objetos de masas apreciables (del orden de 1 kg hasta 100 toneladas) a las velocidades requeridas: un cohete. En la práctica es necesario construir un cohete que es la combinación de dos o más cohetes escalonados para así alcanzar la energía cinética necesaria para entrar en órbita. Por lo general un cohete tiene un tiempo de funcionamiento muy breve, del orden de unos cinco a diez minutos, tiempo después del cual al apagarse por completo el cohete, el satélite (con la velocidad necesaria) se desprende del cohete y comienza a desplazarse por el espacio a merced de su propia inercia, de la misma forma como la Luna órbita la Tierra sin necesidad de ser impulsada por "algo".

 

los satélites artificiales, al ser creados por el hombre, y a diferencia de los naturales, son colocados arbitrariamente en una órbita para que gire en torno a un astro determinado. Por esta razón, es posible modificar su trayectoria. Los satélites artificiales surgieron en la gran carrera espacial. El primero fue el satélite creado por los rusos, Sputnik, clocado en la órbita terrestre el 4 de octubre de 1957. Desde aquel entonces, los satélites artificiales no han cesado, se han ido creando más, siendo estos cada vez más complejos y específicos.

Los satélites artificiales resultaron ser una coyuntura para la historia de la astronomía. Un aparato que está otorgando constantemente información de un astro en particular sin necesidad de haber una persona en la zona en cuestión. Si lo pensamos con atención el concepto es una verdadera maravilla y gran logro de la humanidad.